Tzvika es el nombre del animal, que fue atropellado por una cortadora de pasto hace dos meses. La lesión le dañó su caparazón y perdió la movilidad en sus patas traseras.
Afortunadamente, un veterinario del Hospital de la Vida Silvestre en el Safari de Ramat Gan, cerca de Tel Aviv, tuvo la idea de pegarle un par de ruedas en su parte inferior . Aunque en un principio la tortuga rechazaba el implante, luego de unas horas comenzó a moverse.
Los especialistas aseguran que Tzvika podrá volver a la naturaleza. La tortuga de tierra es una especie en peligro de extinción en Israel.
Fuente: mimutouno.com.ar