DESPEDIDA



DESPEDIDA



Hoy me decidí a terminar formalmente todo entre nosotros porque pese a que te quiero, no puedo continuar luchando contra la corriente, no puedo cegarme y seguir creyendo que algún día robaré tu corazón y me amarás de verdad.

Aún me pregunto si signifique algo en tu vida. Si aunque sea, por el tiempo que pasamos juntos, llegaste a quererme un poco. Si es que deje huella o simplemente fui una más en tu lista. Y es que nunca pude comprenderte, a veces tus ojos parecían mostrar sinceridad cuando decías que me querías, pero luego desaparecías del planeta y no sabía de ti por semanas. Tu indiferencia durante ese tiempo demostraba que no te interesaba ni un poco.
A tu lado viví cosas muy lindas y debo agradecértelas, pero lamentablemente fueron más los momentos tristes. Instantes en los que te necesite y busqué sin éxito, pues no estuviste conmigo. Tal vez por trabajo o por tu familia, no lo sé, no es que te lo reproche, jamás lo haría, porque así te conocí. Pero me hubiera gustado que supieras darme un tiempo y un espacio sólo para mí.

Por mi parte, acepto que soy celosa, posesiva, engreída y hasta caprichosa, pero también te confieso que realmente te quise mucho, aún te quiero, pero con menor intensidad. Tu forma de ser está matando poco a poco mis sentimientos y hoy me alejo porque no tolero más seguir sufriendo. El dolor y la indiferencia no es algo que nos guste a las personas y considero que ya fue suficiente lo que he soportado durante más de un año.

Pero, no creas que me arrepiento de haberte conocido, porque en verdad me enseñaste muchas cosas y en tus momentos de ternura, me hiciste sentir amada, protegida y feliz. De lo que si me lamento es de no haberme dado cuenta de las personas que tenía a mi alrededor, de no apreciarlas y dejarlas de lado por ti. Porque mi prioridad estaba en darte lo mejor de mí y conquistar tu corazón.

¿Sabes? Aún pienso mucho en ti, aún me gustaría estar entre tus brazos y besar tus labios, pero sé que lo mejor para mi es alejarme. No supiste valorarme y pienso que valgo demasiado para estar mendigando un poco de cariño. Sé que con algo más de tiempo lograré verte sólo como un recuerdo, que en el pasado quedó y no me afectará más.

Me hubiera gustado que esta despedida sea personalmente y poder decirte todo lo que pienso mirándote a la cara, lamentablemente no me permitiste hacerlo y no me queda de otra que realizarlo por este medio. A través de estas cortas líneas, te deseo lo mejor. Siempre te dije que te considero un hombre con suerte y espero que eso nunca cambie. Ahora si me siento más tranquila y puedo retirarme de tu vida. Hasta siempre.

(MariAngélica)