Una historia que empezó hace más de 20 años
Mi historia principia hace más de 20 años. José y yo íbamos a la misma escuela, fuimos compañeros de salón durante más de 12 años, de hecho un amigo suyo fue mi primer novio (con el cual dure solo una semana).
Cuando por fin terminamos la escuela, una noche me dijo que le diera un beso y, la verdad, se me hizo muy fácil dárselo. Así comenzó nuestro pequeño romance. Pero no duraría mucho, pues mis papas me habían inscrito en una escuela en el extranjero por un año. Nos escribimos a lo máximo tres cartas y un día le hable por teléfono y el tonto me comento que cuando regresara el ya estaría casado y próximo a ser padre. La verdad me sentí muy triste.
Al volver me di cuenta que era una broma, pero me ayudo a darme cuenta realmente de lo que sentía por el. Lo busque y nuevamente nos pusimos de novios, pero el no fuma, no toma, ni le gusta bailar y la verdad a mi me encanta la fiesta así que yo me iba con unos amigos, cosa que era pleito. Al grado que mis amigos me dejaron de hablar por lo molesto que les resultaba y poco a poco nuestra relación se volvió en una maraña de mucho amor, pero también de incomunicación total al punto que rompimos.
Los dos lloramos mucho por años. Ninguno de los dos tenía pareja. Después de unos cuatro años, yo me fui a trabajar fuera de la cuidad, decidida hacer una nueva vida pero… mi padre enfermo de gravedad y regrese. A nadie le comente el porque de mi regreso. El día que fui a contratar los servicios funerarios de mi padre me encontré a su hermana y por la noche el estaba ahí. Lo malo es que yo tenía novio y mejor nos fuimos.
Unos 3 meses después me pidió que tomáramos un café y fui. Me pidió que volviéramos y mi respuesta fue que no, pues yo tenia pareja la cual me apoyo en los momentos difícil y le debía mi lealtad. Aparte, cuando yo lo necesitaba el no estaba. Su respuesta me dejo helada, pues me comento que sabia de mi situación y no hizo nada pues no quería sacar beneficio.
Así paso el tiempo. Yo seguía con mi novio, nos fuimos a vivir juntos y por fin nos casamos. Después de tres años de matrimonio decidimos separarnos y el divorcio solo fue cuestión de papeles.
Ahora, después de 10 años de la ultima vez que estuvimos juntos, le llame y le pedí que nos viéramos en un café. La verdad estaba muy nerviosa y creía que me rechazaría, pero no fue así. La charla fue un poco ligera y corta. Cuatro días después me invito a cenar, después nos fuimos por unas cervezas… y solo era cuestión de tiempo.
Por fin ya estamos juntos y somos muy felices. El no me ha dicho nada sobre mi divorcio ni nada. Su familia tampoco. Me recibieron como si el tiempo no hubiera pasado.
Saludos.
(Anónimo)
